Hoy de nuevo viviremos otro encuentro de esta gesta denominada Caracas-Magallanes, pero cuantos de nosotros conocemos realmente de donde viene, cuando se originó esta rivalidad que año a año nos apasiona, es por eso que hemos querido en nuestra sección Leones en la Historia, compartir un poco con ustedes de los orígenes de esta famosa rivalidad.
Royal Criollos-Magallanes: rivalidad de barrio
Casi diez años después de la desaparición del Magallanes, su fundador, el señor Antonio Benítez, decidió, en compañía de otros jóvenes, revivir la novena de Catia. Es así como, en julio de 1927 reaparecieron los bucaneros en la pelota amateur de la Capital. Entre septiembre de ese año 27 y enero de 1928, el club jugó en el primer torneo de béisbol que organizó la recién fundada Asociación Nacional de Base Ball (ANB). Aunque la novena incursionó sin éxito en ese torneo, la directiva del club consideró que ya era tiempo de escalar hacia una categoría más alta. De allí que, un año más tarde, en 1929, luego de reforzarse con peloteros extranjeros de la calidad del puertorriqueño Juan “Camarón” Sosa, del dominicano Ernesto “Nestico” Sánchez y del cubano Lázaro Quesada, así como de jugadores venezolanos como Manuel Antonio “Pollo” Malpica y Balbino Inojosa, Magallanes logró derrotar en una serie de tres juegos a la poderosa escuadra guaireña del Santa Marta. Esas victorias le abrieron las puertas para retar al célebre equipo de Sarría: Royal Criollos. En enero de 1930, Magallanes se alargó los pantalones en el béisbol al derrotar a los “royones” en una serie de tres encuentros. A partir de entonces nació una de las más enconadas rivalidades de nuestro béisbol, la cual, cada domingo, enfrentaba a Catia y Sarría en un duelo de corneteos, caravanas, música y bailoteantes collares de arepas. Esta pugna daría pie para que, años más tarde, surgiera la más emocionante rivalidad que deporte alguno haya conocido en Venezuela: La de Caracas-Magallanes.
Caracas-Magallanes: la rivalidad
Todavía existen personas que creen que la rivalidad Caracas-Magallanes es un mito o simplemente una costumbre. Sin embargo, muchos han olvidado que, a pesar del paso generacional que se ha producido en los estadios, la pasión que siente el venezolano cuando estos dos clubes se enfrentan se mantiene viva entre abuelos, padres e hijos. Pareciera que la afición por algunos de estos dos equipos fuera genética. Tal vez no lo sea, pero lo que si es cierto es que caraquistas y magallaneros llevan en su sangre el amor por su divisa.
Nos vemos esta noche en el estadio.....para seguir escribiendo la historia...
tomado del libro "El Béisbol y su Historia en Venezuela" de Javier Gónzalez y Carlos Figueroa Ruiz
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